Abstract
La globalización lleva a las empresas a planificar, desarrollar y aplicar
estrategias de relaciones públicas que coadyuvan a la consecución de
objetivos. A su lado, las instituciones estatales tienen como función establecer
planes a largo plazo, creando climas de opinión publica favorables que incidan
sobre instancias publicas de otros países (Castillo, 2007).