Abstract
El cáncer cérvicouterino (CACU) continúa siendo un problema de salud en nuestra
población que afecta a mujeres en edad reproductiva e impacta a la sociedad mexicana; es de gran importancia enfrentar el desafío que representa la prevención primaria de esta enfermedad y la concientización del papel que tienen los médicos tratantes en su manejo clínico y terapéutico, ya que tiene el potencial más alto de prevención secundaria.